No sé donde estoy, solo recuerdo que estaba en
el autobús de camino a la escuela y de repente me ha absorbido un túnel mágico.
Me he despertado en una ciudad llena de coches y gente que tiene prisa. Me
duele la cabeza de tanto ruido y la nariz la tengo tapada de tanta
contaminación en el ambiente. Todo está sucio.
¡Anda! Ahí hay un cartel, a ver si me oriento.
Barcelona, estoy en Barcelona. ¿Dónde estaba Barcelona? ¡Ah! Sí en España,
Cataluña. No sé qué hacer: estoy solo, tengo miedo, hambre y frío. ¿Y si ando
un rato y busco un lugar donde dormir y poder descansar un rato? ¡Venga va!
¡Ay! Como duele. No puedo llorar, ¡Frankie no
llores! Me duelen mucho las manos y las rodillas. ¿Cómo podía haber un hoyo
lleno de cristales en medio de la calle? ¡Estoy sangrando! ¿Habrá algún
hospital por aquí cerca? ¿Y si me tiro al suelo para que alguien me ayude?
Nadie vine, tengo sueño. Frankie duerme, tranquilo, duerme.
¡Ostras! ¡Qué susto! Este hombre tan grande me
ha asustado. Estoy en un hospital y el médico es muy amable. Me han traído la
comida pero está muy lejos y me duelen las piernas. ¿Cuántas horas he dormido?
¿Han llamado a mi madre? Pero que digo, si mi
madre nunca saldría de casa y además estoy en otro mundo, y solo. Quiero volver
a casa no sirvo para esto. Toda la habitación hele a la comida de mi plato. ¿Y
si me arrastro hasta la mesilla? ¡Ay! El suelo está helado, creo que esto no va
a funcionar. Necesito volver a casa, a mi mundo, esto es horrible no quiero
estar lejos de mi familia.
¡Ala! Una luz blanca. Puede que eso sea el túnel
de vuelta a casa. Vale la pena intentarlo, no pierdo nada.