lunes, 7 de abril de 2014

FRANKIE EN UN MUNDO NUEVO

No sé donde estoy, solo recuerdo que estaba en el autobús de camino a la escuela y de repente me ha absorbido un túnel mágico. Me he despertado en una ciudad llena de coches y gente que tiene prisa. Me duele la cabeza de tanto ruido y la nariz la tengo tapada de tanta contaminación en el ambiente. Todo está sucio.

¡Anda! Ahí hay un cartel, a ver si me oriento. Barcelona, estoy en Barcelona. ¿Dónde estaba Barcelona? ¡Ah! Sí en España, Cataluña. No sé qué hacer: estoy solo, tengo miedo, hambre y frío. ¿Y si ando un rato y busco un lugar donde dormir y poder descansar un rato? ¡Venga va!

¡Ay! Como duele. No puedo llorar, ¡Frankie no llores! Me duelen mucho las manos y las rodillas. ¿Cómo podía haber un hoyo lleno de cristales en medio de la calle? ¡Estoy sangrando! ¿Habrá algún hospital por aquí cerca? ¿Y si me tiro al suelo para que alguien me ayude? Nadie vine, tengo sueño. Frankie duerme, tranquilo, duerme.

¡Ostras! ¡Qué susto! Este hombre tan grande me ha asustado. Estoy en un hospital y el médico es muy amable. Me han traído la comida pero está muy lejos y me duelen las piernas. ¿Cuántas horas he dormido?

¿Han llamado a mi madre? Pero que digo, si mi madre nunca saldría de casa y además estoy en otro mundo, y solo. Quiero volver a casa no sirvo para esto. Toda la habitación hele a la comida de mi plato. ¿Y si me arrastro hasta la mesilla? ¡Ay! El suelo está helado, creo que esto no va a funcionar. Necesito volver a casa, a mi mundo, esto es horrible no quiero estar lejos de mi familia.

¡Ala! Una luz blanca. Puede que eso sea el túnel de vuelta a casa. Vale la pena intentarlo, no pierdo nada.