Todas las personas están influenciadas por sus madres.
Pero hay gente que se ata mucho a ellas de forma exagerada y ven sus vidas
dominadas por una figura materna, cosa que en la vida adulta puede producir
varios problemas. El desarrollo emocional de la persona está modelado por la
madre.
Stephen Poulter psicólogo y experto en relaciones
familiares mencionó en un artículo de periódico: “Nuestras madres pueden ser nuestra
primera experiencia de amor, pero dependiendo de su conducta, puede hacernos
más necesitados, ansiosos, insaciables o depresivos, cualidades que impactan en
nuestro éxito laboral y en las relaciones sociales”.
Se identifican cinco “maneras de ser madre”: la
perfeccionista, la que actúa como una mejor amiga, la mamá “yo primero”, la
impredecible y la madre completa.
Todas las madres tienen cuatro características que en
alguna parte de nuestra infancia lo demuestran:
· Mamas miedosas: Cuando meten a los hijos en la cabeza que todo es peligroso
y que siempre puedes correr riesgo. Las que más sufren estos errores son las
madres chilenas. Los dos errores más comunes son; creer que todo tiene peligro
y el segundo es manifestar el miedo al hijo. Esto es algo que al ser adulto
tienes presente y se transmite a los hijos, por eso vivimos en una sociedad con
miedo.
· Los niños sobreprotegidos: En los adultos queda muy marcada. Las madres
sobreprotectoras y excesivamente cobardes y temerosas, tienen hijos normalmente
con enfermedades psicosomáticas.
Entonces la persona con la que compartimos la vida es quien nos hace
tener una actitud u otra. ¿Las madres
nos manipulan?
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